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Uno de cada cinco niños, niñas o adolescentes sufre abuso sexual

A la escalofriante estadística se le suma otra igual o peor: de cada diez dos, y de esos dos, uno o una de manera incestuosa. Hoy se conmemora el día internacional para la prevención del abuso sexual contra las infancias. Dos adultos, víctimas de abusos en su niñez formaron una asociación civil para defender a víctimas. Dicen que la ESI es fundamental. También que es necesaria una capacidad de respuestas en los adultos que actualmente no se tiene.

Este jueves 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Prevención del Abuso Sexual contra niños, niñas y adolescentes.

La conmemoración es para poner en evidencia la magnitud de este problema y exigir a los estados las políticas necesarias para afrontarlo.

Sebastián Cuattromo y Silvia Piceda formaron una asociación civil cuyo nombre es “Adultxs por la Infancia”, hace siete años para luchar contra el abuso sexual.

Ambos, en diálogo con el programa televisivo Apto para Todo Público dejaron en claro la importancia de estar atentos y atentas a los testimonios de niñas, niños y adolescentes, la Educación Sexual Integral, la capacidad de respuestas que deben tener los adultos ante los pedidos de auxilio de las víctimas, y del grado de impunidad que tiene el delito del abuso sexual de niños, niñas y adolescentes.

“Según la campaña pública del Consejo de Europa, el delito de abuso sexual contra la infancia es algo que sufren uno de cada cinco niñas, niños y adolescentes, de cada diez dos, y de esos dos, uno o una de manera incestuosa, en todos los sectores sociales”, dijo Cuattromo.

“Este es un día en el cual esperamos que los adultos y adultas de buena voluntad lo tomen como un desafío, la prevención del abuso sexual contra la infancia debe ser una obligación de todos y todas, y este día nos impone recordarlo”, indicó Piceda.

“En nuestro colectivo de adultos por los derechos de la infancia, nosotros y nosotras fuimos víctimas de abuso en nuestras infancias y personas adultas que en el presente acompañamos a niños y niñas víctimas de ese delito”, narró Sebastián.

“La infancia es la única víctima absoluta y es la que necesita de nosotros y nosotras todos los días para cambiar su suerte, si no hacemos algo para cambiar la realidad la infancia es el lugar más desprotegido y puede ser el más triste y solitario”, fundamentó Silvia.

Las mochilas

En cuanto a las historias propias, Sebastián contó: “logré la condena de mi abusador en 2012, más de 20 años después de los hechos, había sufrido este delito a los 13 años, en el colegio donde asistía en la escuela primaria, en Caballito, Buenos Aires, mi abusador fue un religioso, católico de esta institución, el docente y hermano marianista Fernando Picciochi, quien también abusó de otros niños”.

“En mí caso sobrellevé en silencio y soledad esa herida y ese trauma, a los 23 años pude empezar a poner en palabras lo que venía sufriendo y tuve una necesidad muy grande de reparación y Justicia, por eso presenté una denuncia penal, en 2.000, hubo 12 años de lucha legal hasta que pude llegar a esa maravillosa instancia de juicio oral y público, en el que se lo condenó a 12 años de cárcel por corrupción de menores calificada reiterada, y fue en esa ocasión que hice pública mi historia con el sueño y con el anhelo de que todo ese camino de dolor y lucha no quedara para mí, sino que pudiera trascender colectiva, socialmente y pudiera servirle a los demás”, detalló Sebastián.

Por su parte, Silvia confió que “en 2012 nos conocemos con Sebastián, veníamos cada uno por nuestro lado, luchando contra el abuso sexual que habíamos padecido, a Sebastián en su propia infancia, a mí también, pero lo había dejado atrás, y en 2009 me encuentro que la hija mayor del padre biológico de mí hija me dijo que ella había sido abusada sexualmente por él y me lo dijo para que no le pase a mi hija lo que le había pasado a ella y ahí empezó mi lucha”.

La tarea

“Hoy nuestro grupo tiene dos características fundamentales, el grupo de ayuda de pares con el cual nos reunimos todos los sábados del año y en el que compartimos las herramientas con todo aquel o aquella que quiera armar un grupo en su propio lugar, porque empezar a hablar es el primer paso para sanarnos, y lo otro es la visibilización pública y hasta antes de la pandemia haber recorrido más de 190 mil kilómetros de nuestro país”.

ESI para todes

“Es sumamente importante la ley de Educación Sexual Integral, es uno de nuestros objetivos explicar el objetivo de su importancia y porqué es importante que los docentes y las familias entiendan de qué se trata la ley, a nuestro entender hay mucha resistencia, pero cada vez que lo plantean, pregunto su leyeron la ley”, indicó Silvia.

“Nos parece fundamental que en el espacio escolar haya un ámbito en el cual los niños y niñas puedan empezar a pensar y repensar los modos de vinculación que muchas veces, muchos de nosotros padecimos en nuestras casas y no teníamos un lugar o un ámbito en el que entren en conflicto esos modos de vinculación que eran basados en el poder, el golpe, el abuso, el maltrato”, fundamentó.

“El abuso sexual está considerado el delito más impune de la tierra, menos de 10% de los que suceden, llegan a conocerse en el poder judicial y dentro de ese acotado universo, sólo un abuso termina con un juicio y condena de su autor o autora”, finalizó Sebastián.

Fuente: RDP

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