Lo aseguró Patricia Chialvo, secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia, a instancias del caso de abuso detectado en Casa Cuna y denunciado ante el MPA. El empleado acusado se encuentra detenido. La funcionaria también aseguró que se procura acelerar los tiempos con el Ruaga.
Un empleado de la Casa Cuna se encuentra detenido tras haber sido acusado de abuso sexual contra un menor alojado en la propia institución. Al respecto, Patricia Chialvo, secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia, comentó que el caso fue detectado a pocas horas de haber asumido en el cargo. “Inmediatamente, se constituyó la denuncia en el MPA (Ministerio Público de la Acusación) para impedir que el trabajador vuelva a ingresar a la institución. No es fácil denunciar a nadie y menos de una cosa tan grave, pero estaban las entrevistas hechas por los equipos profesionales que daban cuenta de los relatos del niño”, indicó la funcionaria este martes en declaraciones a ATP.
Tras la investigación que llevó adelante la fiscal Alejandra Del Río Ayala, se determinó la detención. “Esperamos que este proceso se cierre prontamente. Dentro de los muchos ejes que tiene la Secretaría, contamos con 12 centros de alojamiento propios en la provincia –continuó la exdiputada– y 51 mediante convenios con organizaciones privadas o de la sociedad civil”. Justamente, el hogar en cuestión forma parte de un acuerdo con la Asociación San Vicente de Paul, de la cual dependen Casa Cuna y el Hogar de Ancianos. Al margen del apoyo económico que brinda el gobierno provincial (per cápita) a los 60 niños y niñas que allí residen, se debe realizar un seguimiento en virtud de los estándares de alojamiento acorde a los paramentos dispuestos por organismos internacionales, tanto en términos materiales como “las condiciones afectivas, emocionales”. “Y tiene que ver con el perfil de las personas que van a estar al cuidado de los niños”, consignó a secretaria y añadió que desde el inicio de su gestión se repasan los convenios con organizaciones, municipios y comunas (que implican 250) y centros de día (unos 200) en todo el territorio provincial.
Asimismo, Chialvo aclaró que la Secretaría es “el segundo nivel de intervención”, vale decir que a su órbita “llegan los chicos con situaciones que no se resuelven en el territorio y casi siempre tienen que ver con la separación del niño de su centro de vida. Hoy tenemos mil chicos alojados en hogares en la provincia”, precisó. En esa misma línea, sostuvo que otros programas se deben profundizar como Familia Solidaria, Familia Ampliada, Familia Abierta y “todo lo relacionado con los procesos adoptivos”.
Consultada sobre la supervisión del personal y el perfil de cada trabajador/a, la responsable el área de Niñez apuntó que supone “el diseño territorial de la Secretaría”. “Necesitamos estar presentes en el territorio y con equipos profesionales en los diferentes departamentos. Tenemos que ser capaces de generar intervenciones en cada uno de los departamentos de la provincia porque es la única manera de estar presente y seguir cada una de estas situaciones”, argumentó. En tanto, la planta de la Secretaría dispone de unos 1500 empleados.
En ese orden, Chialvo no eludió referirse al programa de Acompañantes Personalizados que aglutina 600 personas. “Cobran por hora, es un trabajo absolutamente precarizado –admitió–, pero cumplen las mismas funciones que muchos trabajadores. Los acompañantes personalizados deben presentar curriculum y pasar una entrevista exhaustiva”.
Al retomar el tema de Casa Cuna, la funcionaria recordó que en 2017 la institución atravesó una crisis económica que derivó, “no solo en la transferencia de dinero por el alojamiento de cada chico, sino también un monto por la cantidad de horas que trabaja cada empleado. Así apareció el nombre de esta persona (hoy detenida). A partir de marzo de 2018, la Secretaría dejó de enviar dinero para el pago de personal y esta persona siguió prestando servicio a la Asociación San Vicente de Paul”, detalló. De esa forma, la propia asociación ofreció que el personal fuese ingresado como acompañante personalizado. De esa manera se encontró que el hombre acusado “lleva un curriculum muy pobre y hubo una recomendación verbal, no escrita, de quien recibió el curriculum y dijo que esa persona no estaba apta para estar al frente del cuidado de niños”, especificó.
Por otra parte, Chialvo se refirió al proceso que media hasta que el menor ingresa a un hogar o a alguno de los programas. “Entendemos que el tiempo que se tomaban los equipos profesionales para tomar la decisión no acompañaban las necesidades. Los propios chicos ven que pasan mucho tiempo institucionalizados y la posibilidad de ser parte de una familia se va alejando. Eso lo estamos trabajando con los equipos y con las miradas de la intervención”, planteó. Del mismo modo, “el vínculo entre los procesos adoptivos juntos con los equipos del Ruaga (Registro Único Provincial de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos) están muy lentos”. Por ese motivo, ya se entablaron conversaciones para acelerar los tiempos los pequeños y pequeñas que se encuentran en condiciones de adoptabilidad.