Shoppings de Uruguay muestran una mirada pesimista sobre la rentabilidad del sector
El 60% de los ejecutivos del rubro consultados por Opción evalúa la situación negativamente.
Los shoppings están recibiendo los coletazos de la complicada situación económica por la pandemia del COVID-19 que no termina de irse. Los gerentes generales de los centros comerciales señalan un panorama complejo en relación a las condiciones actuales de rentabilidad del sector.
La conclusión se desprende del «Monitor de Sectores Productivos. Edición: Centros comerciales», un estudio de Opción Consultores que consistió en encuestas a cinco gerentes de shoppings realizadas entre octubre de 2020 y enero de 2021.
Al manifestar su percepción sobre las condiciones de rentabilidad, la mayoría de los encuestados (60%) las evaluó de forma negativa («muy mala o mala»), mientras que en 2019 solo el 14% opinó así. Hoy en día, menos de la mitad (40%) evalúa que este indicador como «bueno o muy bueno».
Los niveles de rentabilidad negativos, según manifiestan, se deben a: la caída de las ventas, «mucha competencia», la retracción de la movilidad por causa de la pandemia, la baja del consumo y de los ingresos personales, y la desocupación.
Quienes se mostraron optimistas barajaron diversos motivos, por ejemplo, que «la caída no llegará a afectar la rentabilidad», o que una menor rentabilidad no afectará los resultados generales. También mencionan la reducción de costos operativos que se efectúan en el sector, como un aspecto positivo para los números de las empresas.
En tanto, las opiniones se repartieron equitativamente al analizar el desempeño de los centros comerciales para los próximos 12 meses.
El 40% espera que el sector se retraiga en el orden del 6% o más, mientras que otro 40% proyecta un crecimiento de entre 4% y 6% o más. El 20% restante piensa que se mantendrá como ahora.
Los fundamentos que señalan los ejecutivos para una retracción del negocio, son la caída de la economía y del consumo, el aumento del desempleo y los menores ingresos en los hogares.
En contrapartida, quienes piensan que habrá crecimiento, confían en una recuperación a partir del efecto rebote luego de la caída generada por el COVID-19. También esperan una evolución positiva de la situación sanitaria y del consumo privado, así como la reactivación laboral aparejada a ello.
En una mirada más general, el 60% de los consultados considera que la situación económica durante los próximos 12 meses será «ni buena ni mala», mientras que un 40% afirma que será «mala o muy mala».
En base a estas estimaciones, los encuestados esperan que la demanda de mano de obra se mantenga en los próximos 12 meses. Esto contrasta con el estudio de 2019, en el que el 29% pensó que se incrementaría.
En cuanto a la inversión, el 60% espera que esta continúe estable, mientras que el 40% piensa que se retraerá.
Políticas
Por otra parte, el 80% de los ejecutivos evalúa las políticas económicas del sector comercial como neutras, mientras que el 20% lo hace en forma positiva.
Consultados sobre cuáles son las mejoras que se podrían realizar en ese punto, señalan: restringir las compras en el exterior , reducir impuestos, establecer políticas públicas amigables a la inversión, contener los costos laborales y las tarifas públicas.
En política laboral plantean flexibilizar la relación empresa- trabajadores así como también los salarios. A su vez, proponen llegar a acuerdos por productividad y generar incentivos para la toma de personal.
Desafíos y mejoras
Mantener los costos, hacer crecer las ventas, recuperar la demanda, aumentar la productividad son algunos de los principales retos que señalan los encuestados para los próximos meses.
En materia de marketing y ventas, la mayoría considera que los retos más fuertes pasan por fidelizar al cliente y retomar los consumos previos a la pandemia. A nivel de recursos humanos, el foco deberá estar la gestión de costos y la capacitación del talento, según afirman.
Finalmente, los consultados identifican a las áreas de relación con clientes y la gestión comercial y de ventas como las más sensibles para el desarrollo futuro de los shoppings.