Putin define las perspectivas económicas de Rusia
El presidente ruso subrayó que, pese a las predicciones desde el extranjero de que «la economía rusa se convertiría en una economía cerrada», Rusia «no ha optado por el autoaislamiento» y ha mantenido la estabilidad económica.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha pronunciado este viernes un discurso en la sesión plenaria del XXVI Foro Económico Internacional (SPIEF), que recientemente arrancó en la ciudad de San Petersburgo.
«Hemos mantenido la estabilidad de nuestra economía»
Putin comenzó su discurso hablando de la evolución de la situación económica en el país euroasiático, en medio de la creciente presión de Occidente. Recordó que el segundo trimestre del año pasado fue «el más difícil para la economía» rusa, pero luego la estrategia elegida por las autoridades y empresas rusas funciona muy bien.
Así, según el líder ruso, las tendencias macroeconómicas están cobrando impulso. Subrayó que el PIB del país ha crecido un 3,3%, mientras que el desempleo se sitúa en el 3,3%, «la tasa más baja de la historia del país», y la inflación es inferior a la de muchas naciones occidentales y se acerca a su mínimo histórico del 2,9%.
Señaló que el año pasado desde el extranjero pronosticaron que «la economía rusa se convertiría en una economía cerrada», pero las autoridades del país optaron por «expandir el espíritu empresarial y, como ha demostrado la práctica, hicieron absolutamente lo correcto». «Gracias a los esfuerzos conjuntos de empresarios, grandes, medianas y pequeñas empresas, con la participación activa de las autoridades, hemos mantenido la estabilidad de nuestra economía», afirmó.
Añadió que la economía rusa «sale de la espiral del petróleo y el gas». Reveló que hubo un crecimiento del 9,1% de los ingresos no procedentes del petróleo y el gas entre enero y mayo del 2023.
De acuerdo con Putin, «el impulso del negocio ruso es sustituir a las multinacionales» que no pudieron resistir la fuerte presión política de Occidente. Destacó que cada vez más aparece información de que algunas empresas buscan volver a Rusia.
«Si los productores extranjeros quieren volver a nuestro mercado, y cada vez oímos hablar de ello con más frecuencia, no cerramos nuestras puertas a nadie. Nadie teme a la competencia. Se sabe que es el motor del progreso y del comercio. Crearemos las condiciones necesarias para que funcionen en Rusia. Pero, sin duda, tendremos en cuenta el comportamiento particular de algunos de estos socios para el futuro», dijo, pero señalando que las autoridades rusas, por su parte, «siempre pondrán en primer plano los intereses de las empresas nacionales».
Al hablar de la presión occidental, el mandatario ruso señaló que algunas naciones «simplemente no quieren que otros países del mundo tengan una alternativa a sus aviones, barcos, medicinas, sistemas bancarios, tecnología y otros bienes y servicios». Subrayó que estos actores del mercado «no necesitan competidores» y por eso «intentan suprimir los nuevos centros de desarrollo tratando de anularlos».
"Sin embargo, tales intentos provocan que los países occidentales cancelen su propia reputación empresarial"
También comentó la congelación de los fondos de ciudadanos rusos por parte de los países occidentales, subrayando que se trata de una «violación de todas las normas de su propia legislación y del derecho internacional». Señaló que ya había dicho repetidamente que «la situación en la que se obtienen fondos en Rusia y luego se depositan en cuentas extranjeras conlleva riesgos inaceptables evidentes».
Mientras tanto, aseguró que Rusia, a su vez, «ha participado y participará en la economía mundial«. Afirmó que, a pesar del comportamiento politizado de los países occidentales, los dirigentes de algunos Estados no sucumben a esta presión, por lo que el comercio mutuo con ellos aumenta y se fortalece.
El presidente ruso subrayó que, «a pesar de todas las dificultades del año pasado», Rusia «no ha optado por el autoaislamiento» y, al contrario, «ha ampliado sus contactos con socios fiables y responsables en los países y regiones que ahora son los motores e impulsores de la economía mundial».
El foro tendrá lugar hasta el sábado 17 de junio y cuenta con la participación de las delegaciones de más de 100 países de todo el mundo. Este año el tema principal de este evento es: «Desarrollo soberano, la base de un mundo justo. Unamos esfuerzos por el bien de las generaciones futuras».
Los participantes del SPIEF han destacado que los países ven el foro como una excelente plataforma para impulsar su desarrollo con el apoyo de Rusia. Así, el evento —que ha acogido delegaciones de más de 20 países del Caribe y de América Central y del Sur, entre ellos Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba y México— adquiere una especial importancia para los países latinoamericanos. Este jueves se ha celebrado una sesión específica dedicada a la región.