Es el primer eclesiástico en la provincia que queda preso luego de ser condenado por abuso sexual infantil.
Este viernes, luego de tres horas de audiencia en el Juzgado de 1° Instancia de Reconquista, se dictó la prisión preventiva para el cura Néstor Monzón, el sacerdote que fue condenado el pasado miércoles a la pena de 16 años de prisión, por ser autor material de abuso sexual gravemente ultrajante a una nena y un nene de tres años en la parroquia «María Madre de Dios».
Fue otra jornada cargada de tensión en las afueras del Juzgado N° 1 de Reconquista ya que a familiares y allegados del sacerdote luego de conocida la noticia, golpearon al periodista Leonardo Rolón con un objeto contundente. Por suerte el trabajador de prensa se encuentra consciente y fue atendido por profesionales de la salud. Un hecho similar ocurrió el miércoles pasado cuando otro periodista, Gustavo Raffin, también sufrió un golpe en la cabeza por simpatizantes de Monzón.
Luego de conocida la sentencia el día miércoles, tanto el fiscal Rodríguez como los abogados querellantes expresaron su preocupación por el peligro de fuga que implicaba en Monzón. Además, en el día de hoy, periodistas de la localidad de Reconquista manifestaron su preocupación por la decisión de la jueza Senn de que la audiencia fuera a puertas cerrada, y quienes hicieron la cobertura durante las dos semanas de juicio oral no pudieron presenciar la audiencia en la que se debatió acerca de las medidas cautelares a imponer al sacerdote Néstor Fabián Monzón.
Por su parte, Luciana González, abogada querellante, manifestó a diario Uno de Santa Fe que la sentencia y el proceso judicial: «Fue atípico más que nada por esta circunstancia que no se había dado a nivel mundial porque se levantó el secreto pontificio. Tuvimos a un miembro de alta jerarquía como es un arzobispo que pidió que se lo releve de secreto de oficio para declarar en un tribunal secular y de esa misma manera lo hizo el juez de sumario canónico. Es más, Bergoglio cuando tuvo que declarar en el Juicio a las Juntas hizo que el tribunal se constituya en la sede del arzobispado, algo que nuestro arzobispo tenía la potestad pero renunció a eso y vino a sentarse como cualquier miembro de la comunidad». Además, estuvieron presentes los abogados Andrés Guío y Andrés Ramseyer en representación de la nena.
«Creo que hubo pruebas más que suficientes que acreditaron que los abusos sucedieron y también la gravedad de los mismos. Utilizó el amor que se tenían los niños que son primos para poder perpetrar el hecho. Y hubo imágenes que no se van a volver a repetir. Las llamadas chicas de los pañuelos verdes aplaudiendo a un arzobispo y a un clérigo, estas cosas se vieron en el juicio. No cesaron en la lucha, siempre fue con respeto, de parte de las organizaciones feministas, de derechos humanos no hubo ningún tipo de atropello. De parte del sector del sacerdote Monzón no se puede decir lo mismo», apuntó la letrada a UNO mientras sostenía un rosario en la mano.
Por último, destacó que en el juicio canónico -una investigación interna que hace la Iglesia católica en casos de abusos- se determinó de manera unánime que Monzón era culpable.