Pese a los muertos y la represión, los sudaneses siguen movilizados contra el golpe
Desde el golpe liderado por el general Burhan, que acabó con las esperanzas de una transición democrática, al menos ocho manifestantes murieron y más de 170 resultaron heridos por las fuerzas de seguridad.
Manifestantes contra el golpe de Estado militar perpetrado en Sudan el pasado lunes regresaron este viernes a las calles y aseguraron que continuarán con las protestas y movilizarán a una gran multitud este sábado contra el general Abdel Fatah al-Burhan, pese a la sangrienta represión ordenada por el nuevo régimen.
Desde el golpe liderado por el general Burhan, que acabó con las esperanzas de una transición democrática en este país lacerado de conflictos, al menos ocho manifestantes murieron y más de 170 resultaron heridos por las fuerzas de seguridad, según fuentes médicas citadas por la agencia de noticias AFP.
«Recibir a balazos a manifestantes pacíficos es intolerable, pero esto no nos va a desanimar» dijo Haitham Mohammed, un manifestante en Jartum que asegura que «todo ello refuerza nuestra determinación».
Las autoridades cortaron internet y varios sindicatos y otras asociaciones fueron disueltas, pero los manifestantes continúan movilizándose en favor de la «desobediencia civil» y la «huelga general», que convirtieron a la capital en una ciudad muerta desde hace cinco días.
Mientras crece la preocupación por la represión, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió al ejército que guarde «moderación» durante las manifestaciones.
«Insto a los militares a hacer gala de moderación y a no causar más víctimas. La gente debe poder manifestarse pacíficamente», declaró durante una rueda de prensa.
Para este sábado, los opositores al golpe prometen «un millón» de sudaneses en las calles. Sus consignas serán claras: «Burhan, deja el poder», «Burhan a Kober!»
Kober es la prisión de alta seguridad en Jartum donde está detenido el general Omar al Bashir, destituido por el ejército en abril de 2019 bajo la presión de la calle tras 30 años de dictadura.
Para los manifestantes, el general Burhan, exjefe del ejército de tierra de Al Bashir, debería también ir a esa cárcel.
Este lunes, el general Burhan, gobernante de facto de Sudán desde el derrocamiento de Al Bashir, disolvió el frágil Gobierno de transición que debía conducir al país a un mando civil.
El primer ministro Abdallah Hamdock fue detenido ese mismo día, y permanece recluido en su casa bajo vigilancia. Otros ministros, encargados con Hamdock de la transición, están bajo arresto domiciliario.
Los elementos de su gabinete aún libres se convirtieron en los portavoces de quienes exigen el regreso de las autoridades «legítimas» y el fin de compartir con los militares el tránsito hacia un poder totalmente civil.
«El ejército es exactamente como el antiguo régimen» del general Al Bashir, que también llegó al poder en 1989 mediante un golpe, asegura Haitham Mohammed.