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«Pasa un avión todos los días y tira agua bendita»

La frase es de Agustín Carlos “Chiquito” Uleriche y de esa forma describía lo próspero del Quincho. Hoy la pronunció Mary Berón, quien está al frente del legendario comercio que volvió a abrir sus puertas. El Templo de la Amistad retomó el funcionamiento, al 50% de su capacidad, respetando los protocolos.

El Quincho de Chiquito volvió a recibir a sus comensales en Obispo Príncipe 50, plena costanera santafesina. Después de no hacerlo durante mucho tiempo, debido a la pandemia y a la cuarentena, el emblemático lugar gastronómico de la ciudad abrió para trabajar con reservas y distancias, tal cual lo estipulan los protocolos.

Mary Berón, quien está al frente del lugar contó al programa televisivo Apto para Todo Público que “estamos tratando de adaptarnos a las nuevas normas, luchando por El Quincho, vamos a ver qué es lo que sale”.

“También se trata de conservarle el laburo a mi gente que en esta me bancó y ha sido una etapa totalmente distinta, como creo que le pasó a todo el mundo y no somos la excepción”, relató Mary.

“Estamos trabajando con reservas, la gente debe llamar al 0342 460-2608, sacar su turno, ya hemos acondicionado los dos salones con las distancias que nos exigen”, detalló.

Consultada acerca de qué percibió en las personas que llegan hasta El Quincho, dijo: “noto que la gente está con mucho cuidado, mucha precaución, esto fue muy fuerte para todos, volver a la normalidad nos va a costar y nos va a llevar tiempo”.

También comentó que “estamos trabajando con el 50% de la capacidad, originalmente la capacidad es para 400 personas”.

De la misma forma, Mary sostuvo: “quería hacer un agradecimiento a la gente de Santa Fe que nos bancó con el delivery, es increíble cómo respondieron, es como decía ‘mi gordito’ (en referencia a Chiquito Uleriche): ‘todos los días pasa un avión y tira agua bendita’, no pensé que en una situación tan difícil iba a poder trabajar”.

Acerca de las sensaciones que tuvieron cuando fueron rehabilitados para recibir a sus comensales, sostuvo que “me puse muy contenta por mi gente, estuve casi un mes sin verlos a ellos y empezaron a llamarme, para ver en qué podían trabajar, yo nunca iba a dejarlos sin trabajar, el día que nos dijeron que podíamos abrir nos pusimos muy contentos”.

Fuente: RDP

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