Pandemia de femicidios: 24 mujeres asesinadas desde que comenzó la cuarentena
Las muertes en contexto de género se suceden pavorosamente desde el comienzo del aislamiento social obligatorio. Cuatro de las víctimas eran niñas.
La pandemia de Covid-19 desatada en el mundo y la necesidad de sostener el aislamiento social obligatorio por un tiempo cada vez más prolongado ha empujado las situaciones límites a los extremos. En el caso de los femicidios, el problema es doblemente complejo, porque el encierro y el aislamiento potencian y agravan las situaciones de violencia y en este tremendo contexto, los relatos del horror se han multiplicado en estas últimas semanas.
Los números no dejan dudas, Los observatorios de las diversas organizaciones de mujeres que realizan análisis estadísticos, dan cuenta que, desde que comenzaron las restricciones de circulación el pasado 12 de marzo hasta el 16 de abril inclusive, hubo alrededor de 24 femicidios en todo el país, contando los violentos y los vinculados. Esto quiere decir que cada 32 horas una mujer es asesinada en situaciones de violencia de género.
Los números de las estadísticas realizadas por las distintas orgnizaciones a veces difieren ya que, en su mayoría, los observatorios se nutren de los casos publicados en medios de comunicación de todo el país. Por es, por ejemplo, que el relevamiento realizado por MuMaLa, (Mujeres de la Matria Latinoamericana) revela un total de 24 femicidios.
«Vemos esta situación con mucho horror y preocupación» – señaló Sofía Botto, dirigente de MuMaLa de Rosario. «Vemos una gran cantidad de femicidios con una dinámica particular en el contexto del aisalmiento. Desde el Estado creo que hubo algunas respuestas, eso es algo que se ve pero que no logra un impacto para bajar la cantidad de femicidios y los nivles de violencia. Si hay algo que venimos obsevando es que mientras más hablamos de los femicidios, se suceden más las denuncias y los reconocimientos de las situaciones de violencia. Entonces hay más llamados y consultas y campañas. Pero eso no ha logrado modificar la cantidad de muertes».
En relación a ello Botto reconoció que «las cuestiones que se critican en un contexto de normalidad, se ven agravadas en este contexto». «Las dificultades siguen existiendo, los ultimos femicidios también lo demuestran. Porque el hecho de que se denuncie, y de que se dicten las órdene de restricción, son medidas que no son 100% efectivas porque no garantizan la vida de las mujeres».
Botto remarcó: «En realidad, nos enfrentamos a problemas similares pero en otro contexto». Y aseguró que si bien algunas medidas de acompañamiento son muy interesantes y se espera que tenga continuidad como el número de whatsapp para denuncias implementado por el Ministerio Público de la Acusación, también hay que reconocer que «hay un desafío con respecto a la Justicia y a las herramientas que tenemos para proteger la vida de las mujeres, que siguen demostrando que no logran tener un 100% de efectividad».
A la luz del punitivismo
Una dud que se plantea cada vez que se conoce un nuevo caso de femicidio es si realmente la inclusión de la figura en el Código Penal ha servio pr modificar el cuadro de situación. A la luz de los hechos, las penas estipuladas y la tipificación penal no han sido disuasorias y los femicidios sostienen una curva ascendente tal que provoca pavor.
En ese sentido, Botto admitió que «es claro que un mayor nivel de punitivismo no ha bajado el número de femicidios». «Creo que la importancia de la inclusión de la figura de femicidio en el Código Penal es que permitió sacar de ese lugar a la figura del crimen pasional y permitió fijar penas significativas en cuanto a los crímenes que cometen los femicidas y a las agresiones en violencia de género. Ayuda a generar mayores niveles de Justicia y también a visibilizar de qué tipo de delito estamos hablando y que no se trata para nada de una cuestion emocional. Eso es algo que fuimos superando y que se juzgue bajo la figura del femicidio aporta a esto. y también a que se puedan pensar y aplicar algunas políticas. Por ejemplo, la ley Brisa tiene una estrecha relación con las carátulas de femicidio» , expresó la dirigente e MuMaLa. Auqnue admitió que «lamentablemente, el hecho de que haya penas mayores no es un elemento de disuasión porque los femicidios se suceden».
Crímenes imperdonables
Las muertes registradas como femicidio, e informadas así, a veces no alcanzan a reflejar la totalidad del horror. Cuando se habla de femicidio vinculante, se habla en su gran mayoría de los hijos o hijas de las mujeres víctimas de violencia de género que son asesinados por el agresor para infligir un mayor daño en su víctima.
También, cuando se habla de femicidio, se habla de niños, niñas y adolescentes que atestiguan la violencia y el asesinato de sus madres o cuidadoras, generalmente perpetrados con desmedida crueldad, y que cargarán de por vida con esas imágenes y los traumas que de ellas devienen.
Y se habla también de hijos e hijas a quienes no sólo les han quitado a su madres, sino que muchas veces quedan al cuidado de la familia de los matadores.
Tan sólo algunas de ellas
A pesar el registro realizado por los medios de comunicación y el relevamiento que realizan las organizaciones de mujeres, no están todos los nombres. Algunos casos aún están en investigación y otros ni siquiera llegan a los medios. Sin embargo, es necesario nombrarlas y no olvidarlas, que sus caras recorran las portadas y sus nombres resuenen de una forma u otra. He aquí un registro aproximado de las mujeres que han sido víctimas de femicidio desde el 12 de marzo pasado hasta el día de la fecha.
-El 15 de abril, en La Banda, Santiago del Estero, fue encontrado el cuerpo de Priscilla Martínez, una adolescente de 15 años que estaba desaparecida dede el mes de febrero. La joven estaba enterrada en la habitación de su tío, quien quedó etenido por el femicidio.
-El martes 14 de abril, Camila Tarocco, de 26 años, fue encontrada asesinada, envuleta en una bolsa y enterrada en un descampado del partido bonaerense de Moreno. Había salido de su casa para dirigirse a un cajero para cobrar el beneficio de 10 mil pesos que se otorga a las personas afectadas por la pandemia. El ex esposo quedó detenido.
-El 6 de abril, María Yusco, de 45 años y nacionalidad boliviana, fue asesinada de cinco puñaladas por su esposo, Jerónimo Cruz, en el partido bonaerense de Escobar. El hombre de 60 años, la apuñaló delante de la hija de la víctima de 7 años, y luego se suicidó con la misma arma con la que cometió el femicidio.
-El 4 de abril, en el distrito bonaerense de Ayacucho, José Urtizbiría, de 61 años, le disparó en la frente a su pareja de 40, Estella Fiorentín. Luego se quitó la vida de un tiro.
-También el 4 de abril, Pamela Cardozo, de 28 años, y del Barrio Estrella del Sur, de Chaco, fue asesinada a apuñaladas por su pareja quien, luego del femicidio, se suicidó.
-El 3 de abril, en San Miguel de Tucumán, María Alejandra Sarmiento, de 22 años, fue ultimada a puñaladas por su ex pareja, Edmundo Martínez, de 55, quien quedó detenido. El hombre ya tenía antecedentes previos de violencia de género y para cometer el femicidio violó una restricción perimetral.
-Un día antes , el 2 de abril, se produjo el deceso de Romina Videla, de 37 años, quien agonizó durante seis días tras ser prendida fuego en su casa de La Plata y por el hecho fue detenido su esposo, Héctor Carrizo, de 60, jubilado del Servicio Penitenciario Bonaerense.
-El 31 de marzo Romina Esther Leiva, de 39 años, de Santa Fe fue incinerada y falleció: tenía el 80% del cuerpo quemado. Por el hecho detuvieron a su hijo Miguel Ángel Beresvilj, de 25 años.
-El 30 de marzo, María Florencia Santa Cruz, que tenía 30 años, y era hija de un comisario, fue hallada violada y estrangulada en su casa de la localidad de Tigre.
-El 28 de marzo fueron hallados enterrados los cadáveres de Cristina Iglesias, de 40 años, y su hija Ada, de 7, en la casa en la que vivían en la localidad bonaerense de Monte Chingolo. Ambas habían sido apuñaladas y la mujer golpeada, y por los crímenes fue detenido Abel Romero, de 25 años, quien mantenía una relación con Iglesias.
-En esa misma fecha, fueron encontrados ahorcados Leandro Almirón, de 21 años, y su hija Solange, de 2, pendiendo de un árbol de la localidad de Lules, en Tucumán y las sospechas apuntan a que el joven mató a la pequeña para dañar a su madre y ex pareja y luego se quitó la vida.
-En tanto, el 26 de marzo, una beba de dos meses murió en Puerto Iguazú, Misiones, tras recibir un disparo en el pecho realizado con un arma de aire comprimido. Se comprobó que el disparo lo había realizado el padre de la pequeña cuando discutía con la madre.
-El 24 de marzo, Verónica Soule, de 31 años, de Santa Fe, murió tras una semana de estar internada como consecuencia de tener el 80 % del cuerpo quemado. Según la versión de su pareja, Lisandro Cabral, la mujer se autolesionó para suicidarse.
-El 21 de marzo Susana Melo, de 57 años, fue ultimada a golpes cerca de Ingeniero White, en la costa atlántica sur bonaerense, y por el hecho detuvieron a su ex pareja, Raúl Acosta, de 49.
-El mismo día, pero en Puerto Libertad, Misiones, Lorena Barreto, de 32 años, fue asesinada a puñaladas, por lo que fue detenido su concubino, Roberto Rivero, de 74.
Si bien el femicidio no se produjo durante la cuarentena sino a principios del mes pasado, a la trágica nómina puede agregarse a Claudia Repetto, cuyo cuerpo fue hallado el 28 de marzo en la zona de acantilados de Mar del Plata.
Su ex novio, Ricardo Rodríguez, de 54 años, había sido detenido poco antes y se sospecha que cometió el asesinato el 1ro de marzo, día en que Claudia desapareció.
-Roxana Casimiro, de 28 años, de Catamarca falleció el 3 de abril en el hospital donde estaba internada: el 18 de marzo había sido encontrada inconsciente debajo de las tribunas del club Aconquija de Chaquiago con múltiples fracturas. La causa está en investigación.
-Florencia Magalí Morales, de 39 años, y de Santa Rosa de Conlara, en San Luis, apareció ahorcada el 6 de abril en la celda donde estaba detenida por haber violado la cuarentena.
-Soledad Nahiara Miranda, de 3 años, falleció el 7 de abril en la localidad de Los Menucos, en Río Negro, producto de los golpes recibidos. Por el hecho detuvieron a Carlos Erbin, el padrastro de la víctima y a Valeria Miranda, la madre biológica de la niña.
El abogado que representa a familiares de la niña se manifestó en desacuerdo con los cargos de homicidio agravado por el vínculo para la madre de la menor, ya que la misma había denunciado en febrero pasado a su pareja por violencia de género.
Siempre hablamos de la importancia de poder hablar y confiar en alguna personas cercana. Ofrecemos siempre nuestros espacios de las redes sociales apra aquellas personas que no tengan a nadie, para que nos escriban y así poder acompañar y ayudar con las denuncias, también.
Fuente: Conclusión