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Lula propone celebrar la Conferencia Mundial del Clima COP30 en la Amazonia brasileña

«Vamos a acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales», proclamó el presidente electo de Brasil. Además prometió luchar contra la deforestación que avanzó durante el mandato de Bolsonaro.

El presidente electo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso organizar la 30° conferencia del clima de la ONU en 2025 en la Amazonia brasileña y prometió librar una «lucha muy fuerte» contra la deforestación en esa región, considerada el pulmón del planeta.

En su primera intervención en la COP27, en Sharm el Sheij, Egipto, Lula declaró que planteará la propuesta al secretario general de la ONU, António Guterres, de que la COP30 «se haga en Brasil, en la Amazonia», específicamente en el estado de Amazonas o el de Pará, en el norte del país.

«Vamos a acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales», proclamó en medio de aplausos de asistentes a los que les prometió llevar adelante una «lucha muy fuerte» contra la deforestación de la Amazonia, que avanzó con fuerza durante el mandato saliente de Brasil, Jair Bolsonaro.

En el acto, organizado por los gobernadores de los nueve estados amazónicos brasileños, Lula aseguró que a partir de 1° de enero, cuando asuma el poder tras haber derrotado a Bolsonaro en elecciones, Brasil estará «de vuelta en el mundo», según recogió la agencia de noticias AFP.

«Brasil no puede estar aislado como lo estuvo en los últimos cuatro años», con un Gobierno que no hizo «ningún esfuerzo para conversar con el mundo», afirmó, en alusión a la administración saliente de Bolsonaro.

Además, aprovechó el escenario para anunciar la creación de un Ministerio de Pueblos Originarios, para que los indígenas no sean «tratados como bandidos» y prometió hablar mucho con sus representantes para coordinar las políticas en la Amazonia.

En el acto, el gobernador de Pará, Helder Barbalho, leyó una carta conjunta de los gobernadores amazónicos brasileños, en la que estos pidieron a Lula una «mayor celeridad en la tramitación de los apoyos internacionales».

A lo que se referían los gobernadores es al Fondo Amazonia, un apoyo fundamental para la región y que en 2019 fue bloqueado por sus principales contribuyentes, Noruega y Alemania, en respuesta a la políticas de Bolsonaro de fomentar la deforestación para favorecer el agronegocio.

Un día antes de su discurso, Lula se reunió con el enviado del clima de Estados Unidos, John Kerry, quien se comprometió a trabajar por la protección de la Amazonia junto al líder sudamericano.

«Me alegró reunirme con el presidente electo Lula y me sentí alentado por la manera como habló, para enfrentar el problema de una vez por todas, para preservar la Amazonia», declaró Kerry en un acto sobre biodiversidad en la conferencia del clima de la ONU.

«Trabajaremos de forma diligente para lograr ese objetivo junto a nuestros aliados, Noruega, Alemania y otros países que han estado profundamente comprometidos con eso durante mucho tiempo», agregó.

Si bien se dice que la Amazonia es el pulmón del planeta, es una expresión que se ha desfigurado.

Los verdaderos pulmones son los océanos, pero del río Amazonas fluye una quinta parte de las aguas dulces que se vierten en ellos y su papel en la regulación del clima es insustituible.

Además, su importancia para la salud del planeta es primordial dado que alberga la mayor biodiversidad global, desde sus 2,5 millones de especies de insectos hasta el 20% de las aves de todo el mundo, pasando por sus 40.000 tipos de plantas distintas, de lo que se conoce hasta el momento.

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Telam