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Los republicanos en el Senado de Estados Unidos bloqueron la reforma electoral

El proyecto fue aprobado en marzo por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas. Sin embargo, en la Cámara Alta, en la que cada uno de los dos partidos tiene 50 escaños, no alcanzó siquiera los 60 votos necesarios para empezar a tratarlo.

Los republicanos bloquearon el martes en el senado de Estados Unidos un intento de los demócratas de proteger el derecho al sufragio, un tema tenso tras la elección presidencial empañada por las infundadas acusaciones de fraude de Donald Trump.

De esta forma, la oposición republicana dejó atrás un esquema de acuerdo bipartidario para detener la mayor reforma electoral en décadas, reportó la agencia AFP

Los demócratas del presidente Joe Biden llevaron a sala la Ley para el Pueblo (For the People Act) en reacción a los controversiales esfuerzos de los republicanos por imponer nuevas normas electorales en docenas de estado.

El proyecto fue aprobado en marzo por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas. Sin embargo, en la Cámara Alta, en la que cada uno de los dos partidos tiene 50 escaños, no alcanzó siquiera los 60 votos necesarios para empezar a tratarlo.

El texto busca garantizar votar por correo sin restricciones y tener acceso completo a la votación anticipada. También reforma las leyes de financiamiento de campañas e intenta impedir el rediseño de las líneas de distrito según intereses partidistas, una cuestionada práctica conocida como «gerrymandering».

«¿Vamos a permitir que el más deshonesto presidente de la historia siga envenenando nuestra democracia desde dentro o nos levantaremos para defender lo que generaciones de estadounidenses demandaron, organizaron, reclamaron en las calles y murieron: el sagrado derecho a votar?», preguntó el jefe de los demócratas republicanos, Chuck Schumer, en un intento por revertir la decisión de la bancada opositora.

Schumer lanzó a continuación una reprimenda mordaz a los republicanos. Mientras todos los demócratas votaron para proteger el derecho al sufragio, «la supresión del voto se ha convertido en parte de la plataforma oficial del Partido Republicano», dijo.

El bloqueo del proyecto seguirá siendo una tormenta que acechará las elecciones de medio término de 2022 y, dependiento de ese resultado, las presidenciales de 2024.

Había preocupación porque algunos demócratas moderados, liderados por el senador Joe Manchin, no apoyaran el texto. Manchin, empero, se alineó con el partido luego que sus líderes alcanzaron un «acuerdo de sentido común» que propuso.

La Casa Blanca había admitido que la votación del texto podía fracasar pero igualmente emitió una declaración de apoyo en la que destacó que el derecho al sufragio de los estadounidenses «está bajo asalto» a consecuencia de decisiones tomadas por republicanos en legislaturas estatales, dijo su Oficina de Presupuesto.

Sin embargo, en el ala izquierda Partido Demócrata hay críticas hacia el presidente Joe Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, por lo que describen como un compromiso tibio de ambos para influenciar las posiciones en un tema que consideran urgente y necesario para la salud de la democracia.

Aunque la Casa Blanca ha definido el tema como «la lucha de su presidencia», Biden priorizó sus iniciativas económicas, medidas que tienen más probabilidades de ganar el apoyo republicano en el Senado, critican, y hasta ahora ha mostrado poco interés en sumergirse en un debate complicado sobre el cambio de las reglas del Senado para aprobar leyes solo con los votos demócratas.

Pero tras el bloqueo que impusieron los republicanos en el Senado a la reforma electoral, los progresistas demócratas evaluan que Biden necesariamente tendrá que involucrarse más activamente en este debate.

Ahora los demócratas quedaron presionados a romper el obstruccionismo, un procedimiento que permite a la minoría del Senado bloquear la legislación a menos que la iniciativa logre el apoyo de 60 de los 100 miembros de la Cámara.

La Casa Blanca había admitido el último lunes que la derrota supondría «afrontar una nueva conversación sobre el futuro camino», incluida la suerte del obstruccionismo.

Schumer dijo que la derrota del proyecto no es el fin de las acciones por el derecho al voto, sino el pistoletazo de salida. «Exploraremos cada una de nuestras opciones», dijo. «Debemos hacerlo», añadió, citado por AFP.

Fuente
Telam