López Obrador anuncia un acuerdo con «la famosa empresa» Odebrecht para evitar los tribunales internacionales
La renegociación de un contrato firmado por Pemex y una filial de la constructora brasileña representa un ahorro de más de 660 millones de dólares.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este miércoles que su administración llegó a un acuerdo con la empresa brasileña Odebrecht, señalada en un escándalo de pago de sobornos, para evitar dirimir una disputa en tribunales internacionales.
De este modo, la renegociación de un contrato firmado por Pemex y una filial de Odebrecht representó un ahorro de 13.749 millones de pesos (660 millones de dólares) para México.
«Se llegó a un acuerdo con la famosa empresa y sus socios Odebrecht, que es famosa porque sobornaba en países y llevó a la cárcel ese procedimiento, para decirlo amablemente, esas irregularidades, a presidentes de naciones y funcionarios del más alto nivel», informó el mandatario en su conferencia matutina. «Estaban renuentes y con ganas de pelear», agregó.
El presidente mexicano señaló que la negociación busca evitar que la disputa se resuelva en litigios internacionales.
«Se está optando por llegar a arreglos, acuerdos, siempre y cuando sean benéficos para la Hacienda Pública y no irnos a tribunales, en estos casos hay la práctica de ir a tribunales internacionales. Eso lleva mucho tiempo y no sabemos si en esos tribunales internacionales se actúa con rectitud», afirmó el mandatario.
Contrato desventajoso
Octavio Romero, director de Petróleos Mexicanos (Pemex), explicó que en febrero de 2010, la administración de Felipe Calderón firmó un contrato con la empresa Braskem-Idesa, filial de Odebrecht, para el suministro de gas etano, «el cual ha sido lesivo».
El acuerdo establecía un suministro obligatorio de 66.000 barriles diarios de gas etano durante 20 años, con prórrogas. Pemex, sin embargo, no contaba con ese volumen de gas, por lo que tenía que recurrir a la importación.
«Estábamos en el peor de los mundos posibles, porque ni podíamos surtir las plantas de Pemex ni podíamos cumplir con ese contrato», detalló Romero.
Las penalizaciones eran «desproporcionadas e inequitativas». Por cada barril no suministrado, explicó el funcionario, Pemex debía pagar 200 % de penalización, mientras Braskem solo pagaba 30 % por cada incumplimiento.
En cualquier momento de la vigencia del contrato, en este caso de terminación anticipada por incumplimiento de Pemex, la empresa paraestatal debía pagar a la filiar de Odebrecht una pena igual al valor del negocio en marcha. A la fecha en que se firmó el contrato, dicha cantidad ascendía a 5.200 millones de dólares.
De este modo, Pemex estaba obligado a suministrar gas a la filial de Odebrecht a un precio menor al que se cotizaba en los mercados internacionales. De 2016 a 2020, la pérdida que se tuvo por diferencial de precios fue de 248 millones de dólares.
La empresa privada tampoco pagaba el costo del transporte, que era absorbido por Pemex, lo que tuvo un costo negativo de 122 millones de dólares.
Y por concepto de penalidades, porque Pemex no podía cumplir con el monto de gas establecido, se pagaron 297 millones de dólares.
Esto significa que, en total, Pemex perdió 667 millones de dólares (13.749 millones de pesos) en cinco años.
¿En qué consistió el acuerdo?
Una vez que la administración de López Obrador asumió el control de Pemex, se dejaron de pagar penalizaciones por 147 millones de dólares. Además, el pasado 30 de noviembre, el Gobierno Federal decidió no renovar el contrato de transporte de gas.
Esto generó un proceso de negociación entre Pemex y Braskem-Idesa. El 26 de febrero de 2021, se llegó a un acuerdo para modificar las condiciones del contrato.
Entre las modificaciones, destaca una reducción en el volumen al que Pemex está obligado a suministrar el gas, que pasó de un monto de 66.000 barriles diarios durante 20 años a solo 30.000 durante 3 años.
Las modificaciones también establecen que a partir de 2024, Pemex no estará obligado a suministrar gas a la filial de Odebrecht, con lo que se eliminan las prórrogas establecidas en el contrato anterior.
Además, el nuevo acuerdo recoge que los costos de transporte correrán a cargo de Braskem-Idesa y no de Pemex. La empresa privada también pagará el costo del gas de acuerdo a los precios internacionales.
Corrupción y sobornos
El contrato firmado entre la administración del expresidente Felipe Calderón (2006-2012) y la constructora brasileña Odebrecht forma parte de un escándalo de red de sobornos que implicaría también a la administración del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).
El escándalo cobró una nueva dimensión con la detención y extradición del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien reveló una serie de sobornos millonarios presuntamente pagados por Odebrecht, durante la campaña presidencial de Peña Nieto, a cambio de contratos.
Lozoya, incluso, reconoció que él mismo pagó sobornos millonarios a varios legisladores para aprobar la reforma energética de 2014, que permitiría una mayor participación de empresas privadas en el sector petrolero y eléctrico.