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Las novedades del caso Hugo Oldani

Habló el ministro de Seguridad de la provincia y dijo que no hay que apresurarse a sacar conclusiones. ¿Quién es y que grado de credibilidad tiene lo dicho por el hombre que se entregó ayer en Recreo?

La justicia y la policía continúan investigando el crimen del comerciante del turismo Hugo Oldani, cuyo asesinato se produjo el martes 11, cerca de las 18 en pleno microcentro santafesino.

Hoy, en la ciudad de Santa Fe habrá una movilización a las 20 en la Plaza de Mayo y tendrá una réplica en la ciudad de Rafaela. Los organizadores son vecinos autoconvocados bajo la consigna Santa Fe Sangra.

En este contexto, 38 horas pasaron en las que la escena del crimen estuvo precintada, pero la fiscal Cristina Ferraro no allanó el lugar para saber qué había adentro y qué se podía encontrar.

Ayer, se presentó espontáneamente Juan Salvador R. en la comisaría 16 de la ciudad de Recreo el conductor del Toyota Corolla blanco con vidrios polarizados que sirvió para traslado de los asesinos.

A partir de esta situación se desataron una serie de interrogantes sobre el modo en que se está llevando adelante la investigación.

Por ejemplo, porqué Juan Salvador R. prestó declaración como testigo, siendo que fue quien condujo el auto.

En este sentido, el conductor contó una versión muy fantasiosa de los hechos: al parecer utiliza el auto como remis, fue contratado por las personas acusadas del homicidio. Cuando los presuntos asesinos subieron al auto, le ordenaron llegar a las inmediaciones de 25 de Mayo y La Rioja. Allí bajaron y cuando volvieron a subir estaban exaltados (después de darle dos balazos a Oldani), lo apuntaron y lo obligaron a trasladarse a otro lugar del norte de la ciudad bajo amenazas. Además, le indicaron que no debía contar nada de lo sucedido.

El dueño de la casa donde encontraron el Toyota sería un efectivo retirado del servicio Penitenciario.

Una de las voces que se escucharon hoy también es la del ministro de Seguridad, Marcelo Sain, quien dijo que no hay que apresurarse en sacar conclusiones, ya que no todos los comercios de la galería en donde funciona la agencia de turismo de Oldani son legales, dando a entender que puede haber sorpresas con las economías que se desarrollan en la galería.

Para el funcionario no fue “un robo al voleo” y sostuvo que no tiene “ninguna duda que ahí -por el local donde ocurrió el robo- se conocía la actividad que se llevaba adelante”.

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