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La industria mexicana que rescata un legado ancestral y genera más de 1.000 millones de dólares al año

El país es la cuna del cacao, aunque actualmente ocupa el décimo tercer lugar en la producción mundial de la planta.

El chocolate combina la tradición, la innovación de la cultura y la riqueza natural de México, lo que hace de este producto el regalo habitual para fechas como el 14 de febrero.

El día de San Valentín es un día especial para muchas personas que celebran el amor y la amistad. En esta festividad, de origen romano, suelen regalarse dulces, flores y chocolates, una confitura en la que la industria mexicana juega un papel importante.

De acuerdo con los datos más recientes difundidos por el Banco de México, de enero a noviembre de 2022, el país exportó 699,73 millones de dólares en cacao y productos derivados, el nivel más alto alcanzado por el sector después de la pandemia.

La tradición de regalar chocolates el 14 de febrero surgió en el siglo XIX, cuando la empresa inglesa Cadbury comenzó a fabricar cajas del producto decoradas con cupidos y flores. Se calcula que actualmente se venden 40 millones de unidades en el mundo durante la fecha, de acuerdo con cifras compartidas con RT por la Asociación Mexicana de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco).

La organización indica que el chocolate se ha vuelto un producto obligado en el día de San Valentín por su delicado aroma, sabor y fina textura, además de ser un gusto indulgente y un regalo ideal en celebraciones.

«La calidad del cacao que se cultiva en nuestro país es muy variada y algunos granos han logrado posicionarse para la elaboración de chocolates de alta gama, incluso han ganado premios internacionales», comenta la Aschoco.

Consumir chocolate nacional, además, ayuda a preservar la cultura, el patrimonio y las tradiciones mexicanas, dada la historia y la relevancia del cacao, una planta oriunda de México, destaca la organización.

La evidencia histórica revela que la cultura Olmeca (1.600 a.n.e.) fue la primera en utilizar el cacao para preparar una bebida especiada. Con el paso de los años, la tradición se extendió a la civilización Azteca (1.400 a.n.e.) y a la Maya (600 a.n.e.), que utilizaron la semilla como moneda de cambio, así como en brebajes de sabor amargo que eran consumidos por los altos mandos del Gobierno y utilizados en algunos rituales.

Con la llegada de los españoles a Mesoamérica en el siglo XVI, el cacao se exportó a Europa, donde se popularizó al incorporarlo en recetas dulces que con el tiempo evolucionaron en el producto que actualmente conocemos.

Aún cuando es la cuna del cacao, México actualmente ocupa el décimo tercer lugar en la producción mundial de la semilla y solo representa el 0,5 % del consumo global.

El país tampoco lidera el consumo de chocolate, ya que en comparación con otros países como Alemania, Suiza y Bélgica, donde se compran entre 10,8 y 11 kilos de chocolate per cápita al año, el mexicano promedio solo consume un kilo, refiere Aschoco.

A pesar de la intensa competencia y la constante evolución del mercado global, la industria mexicana se ha adaptado con éxito a las nuevas demandas de los consumidores, logrando que las ventas mayoristas de chocolate aumentaran 25,1 % en diciembre pasado, con respecto al mismo mes de 2021, según cifras de la Asociación.

Con el fin de garantizar la calidad y el sabor del chocolate, muchas empresas mexicanas han recuperado métodos de producción artesanales, mientras que otras trabajan directamente con insumos nacionales, con el fin de apoyar a la economía local y ayudar a preservar la tradición del país.

Tal es el caso de Procali, una compañía 100% mexicana especializada en la fabricación de productos de chocolate y sus derivados para la industria alimentaria.

Procali: una historia de más de 50 años
En 1972, Don Gilberto Gálvez y su esposa Hevila Prevost crearon en su pequeño departamento en la Ciudad de México el producto que hasta hoy en día lidera las ventas de la compañía: una cobertura de chocolate para el sector panificador.

Con el paso de los años, Procesadora de Alimentos, hoy Procali, fue creciendo y actualmente cuenta con una planta con cuatro líneas de producción en la comunidad de Pedro Escobedo en el estado de Querétaro, en la que se fabrican no solo insumos para pan, sino chocolates para repostería y productos congelados.

«Una innovación que tuvo Procali fue vender este producto estrella, que se llama ‘cobertura de chocolate para panificación’, en unas tabletas de un kilo. Fuimos los creadores de este tipo de envase», comentó en entrevista con RT, Priscila Riebeling, encargada de mercadotecnia de la empresa.

Fuente
RT Noticias