La falta de vivienda y la subida de los precios de alquiler agravan el drama humano provocado por el volcán de La Palma

Más de 6.000 personas han sido desalojadas desde que comenzó la erupción el pasado domingo.

La erupción del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, que comenzó el pasado domingo, ha provocado ya el desalojo de más de 6.000 personas y la destrucción de más de 350 edificaciones, por lo que la emergencia habitacional comienza a cobrar fuerza.

La voz de alarma la ha dado una vecina que tuvo que abandonar su vivienda con lo puesto acompañada de su madre de 89 años y sus dos hijos menores de edad. Desde entonces pernocta en un polideportivo y sostiene que los precios de los alquileres en la zona han subido.

En declaraciones a la Cadena Ser sostiene que lleva desde el domingo buscando piso en alquiler sin conseguirlo: «Tres pisos se me han ido de la mano y no es justo. Ahora están especulando con los pisos y los alquileres», ha contado, a la vez que hacía una petición: «Por favor, no sean así, no jueguen con los pisos ahora».

Emergencia habitacional
La isla no está preparada para acoger a las 6.000 personas evacuadas en un momento en el que además se han desplazado hasta allí numerosas autoridades, personal de medios de comunicación y miembros de diversos equipos de emergencias.

En los principales portales online de alquiler, Idealista y Fotocasa, apenas se ofertan 25 viviendas entre ambos. Sin embargo, junto a las presuntas especulaciones con el precio de los alquileres que se denuncian, estos días también se convive con la solidaridad de empresas y particulares que ofrecen sus casas para los afectados por el volcán.

Por el momento, muchas de las personas han podido encontrar acomodo, al menos temporal, en casas de familiares o amigos o segundas residencias. Sin embargo, las carencias materiales hace que desde distintas organizaciones se pida un pacto institucional para poder hacer frente a la situación, porque también hay cientos de personas durmiendo en polideportivos o incluso en sus vehículos.

Además, la presión se agrava porque todavía no se descarta que pueda haber nuevos desalojos, como el que tuvo lugar ayer, miércoles, y que supuso el traslado de los 117 vecinos del barrio de El Jedey.