Italia busca atajar el creciente malestar con las restricciones por coronavirus
Luego de una noche de protestas y mientras sube la tensión en toda Italia por el rechazo a las nuevas medidas que restringen el horario de apertura de bares y restaurantes, el Gobierno anunció hoy un paquete de ayudas y compensaciones para las empresas golpeadas del sector que llegará hasta los 150.000 euros por firma.
El ministro de Economía, Roberto Gualtieri, dijo en declaraciones televisivas que el paquete se lanzará «antes del 15 de noviembre» e incluirá rebajas impositivas y ayudas para el alquiler a locales gastronómicos y afines, luego de que el Gobierno ordenara el cierre a las 18 de bares, restaurantes, heladerías y pastelerías, hasta el 24 de noviembre.
El anuncio del Gobierno, que será confirmado en un decreto en las próximas horas, llegó luego de que grupos de ultraderecha, sectores negacionistas de la pandemia y propietarios de bares y restaurantes coincidieron anoche en agitadas protestas en más de una decena de ciudades italianas, con epicentro en Turín y Milán.
Las protestas se dan en medio de una importante suba de los casos de coronavirus, que pasaron de un promedio de 2.500 al día en la primera semana de octubre a los 21.994 informados hoy, el número más alto desde el inicio de la pandemia.
Hasta el momento, 37.700 personas murieron en Italia desde el comienzo del brote nacional, incluidas 221 víctimas anunciadas hoy y que constituyen el número más alto desde los 242 fallecimientos del 15 de mayo.
Según informó hoy el diario Repubblica, 28 personas fueron arrestadas en Milán tras participar de una manifestación en rechazo al decreto que ordena el cierre de bares y restaurantes a las 18, y durante la cual grupos de encapuchados, pero sin barbijo, se enfrentaron a la policía y arrojaron bombas molotov a edificios públicos.
Otras diez personas fueron arrestadas en Turín en otra movilización en rechazo a las medidas de Conte en la que manifestantes rompieron vidrieras e intentaron saquear un negocio de carteras de lujo.
Diez agentes de las fuerzas de seguridad fueron heridos, informó el diario La Stampa.
Según la cadena RAI, en las dos protestas nocturnas hubo grupos de ultraderecha, como Forza Nuova entre los manifestantes, y barrabravas de los equipos de la zona.
En la sureña Nápoles, mientras tanto, centenares de personas marcharon en forma pacífica desde la céntrica Plaza del Plebiscito hasta la sede del Gobierno regional para reclamar dar marcha atrás con el cierre de locales a las 18 y pedir la renuncia del Gobernador de la región Campania, Vincenzo De Luca.
Propietarios de bares y restaurantes advirtieron que la eliminación del turno de la cena, que representa en algunos casos hasta el 60% de la facturación, podría provocar el cierre de unos 20.000 locales.
Estos se sumarían a otros 90.000 afectados por la primera ola de contagios en una Italia que enfrenta la peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial.
Mientras tanto, en otras manifestaciones en Cremona, Catania, Treviso y Viareggio, entre otras ciudades, los participantes también provocaron incidentes en rechazo a las medidas decretadas por Conte hasta el 24 de noviembre.
Al mismo tiempo, la posibilidad de un cierre total de actividades en la norteña Lombardía, el motor económico del país y la región más golpeada desde el inicio de la pandemia, dividió hoy a científicos y técnicos.
Por un lado, el asesor del ministerio de Salud Walter Ricciardi, se mostró favorable a una cuarentena focalizada en Milán, capital de Lombardía, y Nápoles, capital de la sureña Campania, donde consideró que la circulación del virus es más alta que en el resto del país.
El Gobernador lombardo, Attilio Fontana, descartó un nuevo cierre en declaraciones radiales y aseguró que la posibilidad de una nueva cuarentena en la región que aporta el 22% de la economía italiana «está excluida»:
Mientras, el presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS), Silvio Brusaferro, planteó que una nueva cuarentena generalizada en todo el país solo podría ser una medida de «uso extremo», en línea con la idea del premier Conte de evitar un cierre total.
Por su parte, el sindicato médico de Italia advirtió hoy que hay una falta de 4.000 especialistas en todo el país, de cara a la segunda ola de coronavirus.
Fuente: Telam