El candidato de Correa ganó, pero habrá balotaje
Pese a la pandemia, se calculó que la participación estuvo cerca del 80% y la jornada se desarrolló de manera pacífica. Las elecciones se destacaron por un récord de 16 candidatos presidenciales.
El candidato Andrés Arauz (32,95%), aliado del expresidente Rafael Correa, se adjudicó la victoria en las elecciones presidenciales de Ecuador, aunque al cierre de esta edición, la mayoría de las consultoras coincidían en un escenario de segunda vuelta. Lo seguían Yaku Pérez (19,62%), Guillermo Lasso (19,20%) y Xavier Hervas (15,16%).
«La victoria es, como hemos dicho, contundente, es casi una relación de dos a uno frente al candidato banquero que al parecer está en el segundo puesto», dijo Arauz en conferencia minutos después del cierre de la votación. «Habría que ver los resultados finales (…) pero nosotros estamos muy contentos».
Pese al coronavirus -que ya causó la muerte de 15.000 personas en el país- la participación se estimó en alrededor del 86%, síntoma del fuerte clima de polarización que marcó a estas elecciones.
La pandemia estresó aún más la delicada coyuntura económica: el Banco Mundial estimó que el PBI ecuatoriano se contrajo 9,5% en 2020 -en comparación, durante la crisis de 1999 la actividad cayó -6,3%- y afectó particularmente a la inversión y el consumo. La pandemia también arrasó con 700.000 puestos de trabajo y dejó dos millones de nuevos. Además, la disrupción en las cadenas de suministro hundió el precio del crudo a mínimos récord, un golpe fuerte para una economía que depende en gran medida del petróleo
A diferencia de la mayoría de los países, que trataron de contener la crisis del coronavirus a través de políticas de estímulo fiscal, las complejas cuentas nacionales obligaron al presidente Lenín Moreno a mantener una política de austeridad en plena pandemia. Las medidas de ajuste generaron rechazo en la población (el nivel de aprobación de Moreno se hundió por debajo del 10%), y la mayoría terminó optando por Arauz, el candidato que reivindica las políticas económicas del expresidente Rafael Correa.
Frente a este complejo escenario, Arauz prometió repartir u$s 1000 a un millón de familias (alrededor del 13% de las reservas en el Banco Central de Ecuador o el 3,3% del Presupuesto General) en su primera semana de gobierno, para reactivar el consumo y el empleo. Arauz planea financiar la medida a través de la repatriación de los fondos que el Banco Central de Ecuador tiene en el Banco de Pagos Internacionales (con sede en Basilea, Suiza), que ascienden a u$s 5600 millones.
El programa ‘Mil de una’ es la base del ambicioso plan de u$s 8400 millones de Arauz para reactivar la economía del país. El economista también propuso la creación de un régimen de «copago», a través del cual el Estado subsidiará la mitad del salario de unos 450.000 empleados. También prometió una línea de crédito de u$s 3000 millones para pequeños emprendedores.
Su programa expansivo contrasta con la radiografía de la economía ecuatoriana: la deuda del país equivale casi al 70% de su PBI y el déficit fiscal está alrededor del 9%.
En este sentido, el candidato de Unes planea encarar una reforma tributaria progresista y fortalecer la dolarización (el sistema que rige en Ecuador hace dos décadas) «evitando la salida de divisas y trayendo dólares a la economía a través de un plan de incentivos», según afirma su programa, aunque no hay detalles sobre cuáles serían esos incentivos.