Distanciamiento, uso correcto de tapaboca, lavado frecuente, no aglomerarse, sin fiestas
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva hizo público un pedido de colaboración al país con el cumplimiento de estas pautas. Es en el marco de la asfixia que están sintiendo al atender cada vez más pacientes con coronavirus. “La situación es muy complicada, la gran mayoría de las provincias están con camas llenas, con personal infectado y al borde del colapso”, dicen.
En una contundente carta abierta, las y los trabajadores de terapia intensiva del país hicieron un desgarrador llamado de atención: “No podemos más, nos están dejando solos”, dice una parte del texto.
Desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) advirtieron con muchísimo fundamento que la saturación del sistema sanitario es un hecho que está ocurriendo.
También la escasez de recursos humanos y materiales como camas y respiradores.
La Dra. Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, dijo al programa televisivo Apto para Todo Público que preocupa “la cantidad de contagiados, el incremento sostenido de contagios, el incremento sostenido de pacientes en las instituciones de salud y en las terapias intensivas en particular, que ya están en el 80% de su capacidad, y algunas en el 100%, con dificultades para expandirse, y aquellas que tenían camas ya las están utilizando”.
La profesional también mencionó que “el personal es poco, siempre lo hemos sido, lo somos desde antes de la pandemia y en estos momentos estamos prácticamente colapsados porque estamos atendiendo muchos más pacientes que los que deberíamos”.
Agregó que “la situación es muy complicada, la gran mayoría de las provincias están con camas llenas, con personal infectado y al borde del colapso, eso nos da mucha angustia, desde el año 1984 hago terapia intensiva y jamás vi algo parecido, la única pandemia que vivimos fue la del H1N1 y no tiene ninguna comparación con esta”.
Reina insistió en que “el sistema se preparó en cuanto a los recursos de cama, tecnológicos, respiradores, pero lamentablemente no era ni es posible prepararlo en recursos humanos, eso lleva mucho tiempo de capacitación”.
En ese sentido advirtió que “llegamos a 16% de contagiados, que es un número enorme, altísimo, y en este momento estamos en 8% o 10%, que también es alto”.
La presidenta de SATI diferenció: “no estamos diciendo que no hay que salir, estamos diciendo que hay que cumplir con los protocolos: el distanciamiento social, usar el tapaboca en forma adecuada, lavarse frecuentemente, no aglomerarse, no hacer fiestas, no estamos en una situación para no respetar estas simples medidas que logran frenar la diseminación de los contagios”.
La profesional expuso que “hay que fijarse lo que pasa en Europa, estamos hablando con nuestros colegas y están muy atemorizados de cómo será la segunda ola”.
De la misma forma, sostuvo que “a la falta de recursos humanos hay que sumar la falta de condiciones adecuadas, que vienen desde hace muchos años, la pandemia está poniendo en evidencia un deterioro del sistema de salud que lleva años”.
También recordó: “lo que queremos hacer es una llamada de atención, no nos escucharon en 2009 cuando pasó la pandemia del H1N1 que nos dejó muy mal, ahora queremos que nos escuchen, lo están diciendo los que saben, los tiempos entre las grandes epidemias de van a ir acortando”.
En el mismo sentido, afirmó que “este es un problema sanitario y debe ser tomado como tal y la sociedad lo tiene que entender como tal y los gobernantes deben velar por la aplicación de los protocolos, el virus no discrimina”.
Consultada acerca de la edad promedio de los pacientes, Reina indicó que “están ingresando cada vez más jóvenes que no tienen comorbilidades, en las terapias intensivas tenemos a dos o tres integrantes de la misma familia, eso nos preocupa muchísimo”.
Por último, mencionó que “los que llegan a las terapias intensivas están más tiempo internados, un promedio de 20 días aproximadamente y algunos están superando el mes, las secuelas pueden ser muy graves en el aspecto físico, cognitivas o psicológicas, hay que pensar el sistema de salud para el después, para seguir sosteniéndolo”.
Fuente: RDP