Definiciones políticas de Alberto Fernández en el coloquio de IDEA: «Tenemos que recuperar la convivencia democrática»
El primer mandatario habló de coronarivus, criticó la gestión de Mauricio Macri, habló de cómo manejaban la justicia el expresidente y de la que él desea y aseguró que el mayor «flagelo» que padece la Argentina es la intolerancia.
No habló sólo de economía. El presidente Alberto Fernández aprovechó la apertura del coloquio de IDEA para enviar un mensaje de fuerte tono político en el que repasó distintos temas de coyuntura como la pandemia, la justicia; la herencia del macrismo y la última movilización opositora.
Empresarios
El presidente Alberto Fernández convocó al empresariado argentino, reunido en el tradicional coloquio de IDEA, a trabajar «juntos» en un «capitalismo solidario», descartó la posibilidad de una devaluación o que se quiera quedar con los depósitos bancarios, y aseguró que vislumbra un 2021 con «muchísimas posibilidades».
«Necesitamos que la Argentina crezca con confianza y que los empresarios entiendan que debemos trabajar juntos», destacó el mandatario desde la residencia de Olivos, al abrir el encuentro que, por primera vez, se realiza en forma virtual, debido a la pandemia de coronavirus.
En su discurso, el Presidente defendió las medidas adoptadas por su Gobierno durante la cuarentena por el coronavirus, renovó sus cuestionamientos a la gestión de Mauricio Macri y se refirió a otros temas, como la reforma judicial y las recientes marchas opositoras.
En la búsqueda de tender puentes hacia el sector empresario, Fernández pronunció un discurso en el que rechazó que a su Gobierno «no le importen los empresarios» y, en ese sentido, ponderó la ayuda estatal que se brindó a las empresas durante la cuarentena para sostener el empleo.
«Un capitalismo sin mercado es hacer que unos pocos ganen y muchos pierdan o padezcan», advirtió el Presidente, quien abrió esta mañana el foro anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que reúne al empresariado del país.
En ese marco, el Presidente despejó en forma tajante versiones de estos días: «En el medio tenemos problemas, claro que los tenemos; hoy mismo estamos enfrentando un problema por la falta de divisas, que objetivamente heredamos, por una desconfianza que se crea, porque se repiten cosas que objetivamente no son ciertas».
En este sentido, agregó: «Desde los que plantean que se viene una devaluación hasta los que plantean que podemos quedarnos con los depósitos de la gente. Jamás haría semejante cosa».
Justicia y calidad institucional
En otro tramo de su discurso, sostuvo que el objetivo de su gestión es que el país «recupere su calidad institucional» y «una Justicia que se ha perdido».
En ese marco, les dijo a los empresarios que «la seguridad jurídica» que reclaman «exige jueces dignos y probos», para lo cual se tienen que dar los pasos establecidos por la Constitución, que prevén «un concurso de antecedentes, el acuerdo el Senado y ser designados por el Poder Ejecutivo Nacional».
«Queremos que la Argentina tenga calidad institucional y eso lo hacemos, no para impunidad de nadie, ni para beneficiarnos nosotros sino para que la Argentina recupere una justicia que se ha perdido», dijo el mandatario en alusión al proyecto oficial de reforma judicial.
También dijo que «esta Argentina dividida solo trae problemas» y se refirió a las marchas opositoras registradas en los últimos días: «Se plantean protestas en domicilios particulares de jueces o en algún caso de la Vicepresidente o yo mismo en la puerta de residencia de Olivos, donde todos los reclamos son repletos de agresión, de insultos y de maltrato», dijo.
El coronavirus
Fernández aseguró que «muchos empresarios se involucraron solidariamente» para colaborar en la lucha contra la pandemia, por ejemplo fabricando alcohol en gel y barbijos. «Yo pienso que el tiempo que se viene nos obliga a pensar de otro modo porque la pandemia dejó al descubierto que el capitalismo especulativo puede derrumbarse con una facilidad increíble», dijo. Y agregó: «El virus ha contaminado a todo el mundo. Parece que con su andar se vuelve más agresivo. Ahí tienen a Europa que está soportando una segunda ola del virus. El virus es un ser imperceptible a los ojos del ser humano, pero que ha tenido la capacidad de llevarse millones de vidas y muchísimas empresas que han dejado sin trabajo a cientos de miles de personas. El virus ha dejado en evidencia también la insuficiencia del ser humano para encontrar respuestas al problema porque llevamos meses lidiando con este problema y no tenemos la vacuna. Hemos vuelto a las prácticas más elementales de la medicina: quedate en tu casa, lavate las manos, mantené dos metros de distancia con el otro. Es un mundo que en términos sociales está obligado a distanciarse del otro. Es la oportunidad de ser más solidarios. Este virus no elige a sus víctimas: ataca a todos por igual», siguió.
Construcción
Por otro lado, anunció que en los próximos días el gobierno nacional va a presentar un plan basado en la construcción «como alternativa para que los argentinos puedan invertir en otras cosas» en momentos en que «ahorrar en dólares es costoso», y encontrar así «una alternativa para poder sostener una rentabilidad mínima de sus ahorros».
«La construcción es una gran oportunidad para hacerlo y en los próximos días sacaremos medidas que den cuenta de lo que estamos diciendo», dijo el mandatario, quien además sostuvo que vislumbra un 2021 que «ofrece muchísimas posibilidades» y a la obra pública como «el gran motorizador de la economía».
En ese sentido, agregó: «Queremos convertir a la construcción en una gran oportunidad de inversión y a la obra pública como un gran motor de la economía».
El macrismo
«La Argentina es un país que cuando llegó el virus estaba muy enfermo. Cuando nosotros llegamos al Gobierno, la Argentina estaba por 36 puntos de pobreza, con muy pocas reservas. Llegamos a una Argentina recesiva. Nosotros llegamos con toda nuestra fuerza a terminar con la pobreza y a los tres meses de haber llegado apareció el primer caso del coronavirus y tuvimos que reconstruir un sistema de salud que había quedado virtualmente desmantelado. La cuarentena sirvió para eso. Tan ausente estaba el sistema de salud que dejaban vencer las vacunas. Teníamos un gobierno en la provincia de Buenos Aires que hacía gala de no querer abrir hospitales. Tuvimos que hacernos cargo hasta de conseguir barbijos». «El IFE dejó al descubierto de que 9 millones de Argentinos estaban en la informalidad. Ése fue el país que recibimos».
Las movilizaciones
«Tenemos que recuperar la convivencia democrática y el mayor flagelo que padece la Argentina es la intolerancia y la descalificación del otro por no pensar como yo. Lo que hemos visto en estos días, de marchas y marchas, a la casa de Lorenzetti, de la vicepresidenta y a la mía propia…esa Argentina no va más. Necesitamos a los trabajadores y a los empresarios y a los trabajadores en la misma vereda y trabajamos juntos. Recuperar nuestra convivencia es central. Estos son los modos que hundieron a la Argentina en el peor de los mundos. He venido con la idea de terminar con todo eso y voy a dejar todo de mí para dejar atrás todo eso», finalizó.