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La Justicia rusa ordenó encarcelar por 30 días al opositor Alexey Navalny

El dirigente opositor ruso Alexey Navalny comparecía hoy ante un juez que debe pronunciarse sobre su detención, un día después de su arresto al arribar a Moscú, tras pasar más de cuatro meses recuperándose de un cuadro severo de envenenamiento del que responsabilizó al Gobierno del presidente Vladimir Putin, que rechazó la acusación. Foto: AFP/Télam/CGL

Un tribunal ruso ordenó hoy la encarcelación durante 30 días del opositor Alexey Navalny, detenido ayer al llegar a Moscú procedente de Alemania, donde estuvo cuatro meses recuperándose de un cuadro severo de envenenamiento del que responsabilizó al Gobierno del presidente Vladimir Putin, quien rechazó la acusación y denunció una campaña de desinformación desde Occidente.

«Alexey Navalny queda detenido durante 30 días hasta el 15 de febrero», indicó su abogado Vadim Kobzev en su cuenta Twitter.

Minuto después de su detención judicial, Navalny, de 44 años, exhortó a sus partidarios a «salir a la calle».

«No tengan miedo, salgan a la calle, no por mí sino por ustedes, por su futuro», dijo en un video divulgado en redes sociales Navalny y agregó desde la sala de la audiencia judicial: «No se callen, resistan, salgan a la calle».

Su más estrecho colaborador, Leonid Volkov, anunció de inmediato la organización de «grandes manifestaciones en todo el país el 23 de enero».

El acérrimo opositor al Gobierno de Putin fue detenido ayer, cuando pasaba por migraciones en el aeropuerto, tras volver de Berlín. El Servicio penitenciario ruso (FSIN) lo acusa de haber violado las medidas de control judicial cuando se marchó al extranjero para recibir tratamiento.

Tras su detención, el opositor denunció una «parodia de justicia» en la «ilegalidad más completa», según un video difundido en Twitter por su portavoz Kira Yarmysh. El Gobierno, en tanto, reiteró su denuncia de una campaña de las potencias occidentales para perjudicar al Kremlin.

«Vemos cómo han aprovechado las noticias de ayer sobre el regreso de Navalny a Rusia. Se nota la alegría porque esto permite a los políticos occidentales pensar que así podrán desviar la atención de la profunda crisis en la que se encuentra el modelo de desarrollo liberal», sostuvo hoy el canciller ruso, Sergei Lavrov, citado por la agencia Sputnik.

Pese a las declaraciones de Lavrov, la detención generó una ola de repudios en Europa y Estados Unidos.

Hoy las reacciones continuaron y se sumaron con criticas la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del canciller alemán, Heiko Maas.

El 20 de agosto pasado, Navalny se sintió mal repentinamente en un vuelo desde Tomsk, Siberia, hacia Moscú, por lo que el avión realizó un aterrizaje de emergencia en la ciudad rusa de Omsk, donde estuvo hospitalizado 48 horas.

Tras reunirse con Putin, la pareja de Navalny logró que lo trasladaran a Berlín, donde logró recuperarse.

Tres laboratorios europeos concluyeron que había sido envenenado con una sustancia neurotóxica de tipo Novichok y el dirigente opositor acusó sin pruebas al Gobierno ruso.

Sin embargo, Rusia siempre negó que Navalny haya sido envenenado y sostuvo que la sustancia tóxica de tipo Novichok no estaba presente en su organismo cuando fue tratado en Rusia.

Putin dijo a mediados de diciembre pasado que esa acusación no fue producto de una «investigación» sino de «materiales de los servicios especiales estadounidenses», y sugirió que Navalny contaba con apoyo de servicios de inteligencia extranjeros.

El mandatario agregó que la justicia rusa no podía abrir una investigación penal acerca del envenenamiento de Navalny por falta de «evidencias relevantes», pidió que le enviaran «al menos una conclusión oficial escrita» sobre el caso y subrayó que nadie podía «explicar por qué» nadie aportaba pruebas.

Fuentes del Gobierno ruso afirmaron ayer que informes remitidos por Alemania «no agregan nada nuevo» al caso.

Mientras la Justicia rusa no abrió una investigación sobre las acusaciones de envenenamiento hechas por Navalny, sí cursa un proceso contra él «por fraude masivo».

Según la acusación, el opositor gastó para fines personales 356 millones de rublos (unos 4,3 millones de dólares) de donaciones recibidas.

Fuente: Telam

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