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Hay poco dinero, pero hay muchas balas

Investigan qué pasó con una cantidad enorme de balas policiales que no están. En 2018 el Estado santafesino compró un millón de municiones y de acuerdo a lo que informa la Policía, quedan en stock 102.118 balas. Se habrían gastado 897.882 en 28 meses a razón de 1.032 por día. Los números no cierran.

El martillo impacta la aguja
La explosión de la pólvora con fuerza empuja
Movimiento de rotación y traslación
Sale la bala arrojada fuera del cañón
con un objetivo directo
la bala pasea segura y firme durante su trayecto
Hiriendo de muerte al viento, más rápida que el tiempo
defendiendo cualquier argumento
No le importa si su destino es violento
Va tranquila, la bala, no tiene sentimientos
Como un secreto que no quieres escuchar
la bala va diciéndolo todo sin hablar
Sin levantar sospecha, asegura su matanza

(Fragmento de La Bala – Calle 13)

El Ministerio de Seguridad provincial que detectó que en 2018 la gestión del entonces ministro Maximiliano Pullaro, compró un millón de municiones para Rosario y ahora apenas quedan poco más de 100 mil.

Buscan determinar si las usó la Policía y cómo; o si terminaron en el mercado negro. Esas casi 900 mil balas se suman a otra cifra alarmante y que para el actual ministerio de Seguridad pone en evidencia la falta de control sobre el equipamiento policial: las armas reportadas “perdidas o robadas” por los propios policías.

Actualmente, no se cuenta con un registro fidedigno y eficiente para saber, en tiempo real, dónde están las armas institucionales, aunque ya comenzaron a trabajar en un sistema.

En 2018 se compró un millón de municiones y de acuerdo a lo que informa la Policía, quedan en stock 102.118 balas.

Es decir, se habrían gastado 897.882 en 28 meses a razón de 1.032 por día.

Lautaro Sappietro, subsecretario de la Agencia de Prevención de la Violencia con Armas de Fuego, brindó algunos detalles sobre el tema al programa televisivo Apto para Todo Público.

“Las municiones pueden gastarse de dos maneras, por un lado en enfrentamientos, y por otro en cursos, pero oficiales, o sea en el marco de la institucionalidad”, sostuvo.

“Iniciamos un expediente administrativo, el cual pasó al área policial para establecer el gasto”, detalló el funcionario, y adelantó que “estamos viendo el promedio de gastos en las últimas licitaciones”.

También sostuvo que “pedimos que las municiones 9 mm vengan marcadas, en futuras compras, para diferenciar las municiones oficiales de las convencionales, la idea es que digan Policía de Santa Fe y poder tener un control mayor sobre ese tipo de cuestiones”.

Entre 2014 y 2019 a la fuerza policial (a personal o en dependencias) le sustrajeron 502 armas cortas y largas. “Este es un número que nos alarmó bastante, hay procesos internos que no fueron lo suficientemente férreos, pero la nueva ley policial pretende mejorar esos controles”, afirmó Sappietro.

Por último, dijo que “cuando el arma cae en el circuito ilegal es muy difícil dar con ella”.

Lautaro Sappietro, subsecretario de la Agencia de Prevención de la Violencia con Armas de Fuego

Fuente: RDP

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