Santa Fe

Con un nuevo protocolo, reabren las salas de velatorio

La Municipalidad implementará nuevas medidas a partir de este miércoles. Incluyen horarios establecidos y cantidad de asistentes, medidas de protección individuales y colectivas y estrictos niveles de higiene y desinfección. 

La Municipalidad de Santa Fe elaboró un nuevo protocolo para reabrir desde este miércoles 30 de septiembre, las salas de velatorio y se puedan concretar los cortejos fúnebres. Los horarios establecidos son de 7 a 18, la asistencia de las personas se deberá agrupar en dos turnos y no será mayor a 10 personas, sin rotación por cada servicio fúnebre. Los velatorios tendrán una duración máxima de 3 horas.

El intendente Emilio Jatón indicó que “tal como lo veníamos adelantando, trabajamos en este protocolo con las salas velatorias porque consideramos importante que las personas puedan despedirse de sus seres queridos”. Y añadió que “manteniendo la rigurosidad de las medidas de higiene, tanto las cocherías como las personas, esto pudo ser posible en esta instancia que estamos atravesando”.

Asimismo, la Municipalidad informa que el servicio de sepelio social que ofrece de forma gratuita para aquellas personas que no puedan afrontarlo, volverá a funcionar a partir del próximo lunes 5 de octubre, por la mañana, y con el mismo protocolo que para las cocherías.

Las nuevas medidas se enmarcan en lo establecido por el Decreto Nacional 520/2020 y las adecuaciones implementadas por el gobierno local a través del Decreto Municipal 206/2020. Son aplicables a salas velatorias y cortejos fúnebres. Vale mencionar, que no se permiten los velatorios en domicilios particulares, así como los de personas fallecidas a causa de COVID-19, que deben seguir el protocolo de acción informado por las autoridades sanitarias.

Registro de visitantes

La rigurosidad en las medidas de higiene y el distanciamiento social son las claves para reabrir el rubro y aplicar el nuevo protocolo. Entre las medidas de protección individuales y colectivas, se establece: el uso obligatorio y de manera correcta, por parte del personal de cocherías y de salas velatorias, del tapaboca. En todos los casos, las salas velatorias deberán registrar a los visitantes, determinando fehacientemente día y hora de permanencia, los que deberán ser registrados en fichas.

La nómina de las personas asistentes será entregada por el solicitante del servicio. Cada sala velatoria, deberá contar con un cartel en su ingreso, informando la cantidad máxima de personas autorizadas a permanecer en la misma. Ese número está determinado por la superficie de la sala velatoria: la proporción será de dos metros cuadrados por persona y el límite es de diez.

Asimismo, las fichas confeccionadas para registrar a los visitantes deberán ser mantenidas en custodia de los responsables de cada sala velatoria por un plazo de 30 días. Por otro lado, el protocolo sugiere evitar la asistencia de personas mayores o incluidas en los denominados grupos de riesgo.

Los asistentes deberán concurrir y utilizar adecuadamente el tapabocas, durante todo el tiempo que dure el velorio. Se deberán ofrecer sanitizantes en la entrada del establecimiento para garantizar la higiene de manos y exhibir cartelería referida a las principales medidas preventivas (aseo de manos, distanciamiento social, estornudar y toser cubriendo nariz y boca, etc.)

Por otra parte, queda prohibida la degustación de alimentos o bebidas. Excepto agua, entregada en recipientes descartables y/o esterilizados y/o dispenser. Evitar agrupamientos, esto es, mantener la distancia de seguridad de 2 metros o más.

Higiene y desinfección

La Municipalidad y las salas velatorias acordaron el estricto cumplimiento de una serie de medidas de higiene y desinfección. Entre los puntos principales, se destacan que las superficies de alto contacto con las manos o superficies “altamente tocadas”, deben ser limpiadas y desinfectadas con mayor frecuencia que las superficies que tienen mínimo contacto con las manos o “poco tocadas”.

La higiene de espacios físicos requiere friccionar las superficies para remover la suciedad y los microorganismos presentes, necesitando un proceso de desinfección exclusivamente en aquellas zonas que tomaron contacto con manos del personal o los visitantes.

Previo a todo proceso de desinfección, es necesaria la limpieza exhaustiva, que debe ser húmeda; se prohíbe el uso de plumeros o elementos que movilicen el polvo ambiental. No se utilizará métodos en seco para eliminar el polvo.

Las soluciones de detergentes y los agentes de desinfección como hipoclorito de sodio (lavandina) deben prepararse inmediatamente antes de ser usados. No se debe mezclar detergente u otros agentes químicos con hipoclorito de sodio (lavandina), ya que se podrían generar vapores tóxicos, irritantes para la vía respiratoria, entre otros efectos y se inactiva la acción microbicida.

Las superficies se pueden limpiar con alcohol al 70 % o solución de lejía. La limpieza del área deberá comenzarse desde la zona más limpia concluyendo por la más sucia. Siguiendo el siguiente orden: comenzar el proceso de limpieza y desinfección de superficies “poco tocadas” (pisos y zócalos, paredes en general, techos, puertas, ventanas y vidrios)

Luego, se realizará el proceso de limpieza y desinfección de superficies “altamente tocadas”, por ejemplo, botoneras de ascensores, barandas de escaleras, etc. Y todos aquellos artefactos (inodoros, lavatorios, duchas, cerámicos del baño, teléfonos, picaportes llaves de luz, entre otros).

Fuente: MCSF

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